viernes, 15 de junio de 2012

Tiempo de lluvia y sol

Es otoño, y ha pasado mi aniversario, y casi un mes de ires y venires dentro de la capital, la quinta región y una breve escapada  a L.A. y Chillán.
Dudas, sonrisas y lágrimas han colmado mis ojos, y mi boca. Alegría cantante, y cabizbaja entrega.
Soy así, un poco indecisa, dubitativa, intensa, apasionada, loca... a veces voy con toda la fuerza de un toro, y otras arrastro la carreta de buey.
El trabajo me gusta, lo paso bien, he engordado de lo que me gusta la comida del casino, mis jefes son agradables, me río con mis compañeras.
Uno que otro coqueteo pasea por mi lado, pero son flirteos inocentes e inconducentes, nada como lo de antaño.
J. me espera, y seguimos juntos. Planeamos ir de fin de semana más al invierno, a capear lluvias a algún rincón juntos, quién sabe, puede hacernos bien.
Quiero tejer, a veces me relaja. Leo en el metro camino o de vuelta del trabajo. Pienso en sacarme la muela del juicio que me molesta cada vez menos, solo para tener algo menos de lo que quejarme en adelante... Así que a principios de julio muela abajo.
A ratos me dan ganas de tener un hijo, tentada por el ejemplo de tantos primos, amigos y amigas que están en el hermoso y trabajado proceso de ser padres. Y vienen ahi todos los peros que tiene el asunto. La infinita lista de requisitos para admitir a un ser humano con mi color de pecas en el mundo, y a mi cuidado... Lo más importante, de mi entera responsabilidad.
Sanar, ése es el objetivo de este año. Sanar para crear, y eventualmente, más adelante, procrear.

1 comentario:

XVCV dijo...

Andy, desde que te conozco un poco más me viene rondando la idea de que eres una campeona. Eso quiere decir que en muchas maneras vas a triunfar. Quizás no de la manera tradicional, pero esa manera suele ser bastante fome.
Siento en mi alma de bruja que va a llegar tu día para todo. Incluso para ser madre. Es difícil. Muchísimo. Así es que lo mejor es prepararlo, tener un plan. Qué mejor empezar desde hoy a cranear lo que puede que ocurra en uno, dos o tres años. Planear no tiene nada de malo. Planear incluso es poco tradicional porque al final nadie lo hace realmente. Creo que ese es mi consejo para ti. No me lo has pedido, pero yo te lo envío de regalo, con harto cariño y harta fe en ti.