Mostrando entradas con la etiqueta idiomas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta idiomas. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de mayo de 2020

Duolingo

Hola, Hola,
Por protocolo, releía la última entrada para hacer alguna mención antes de contar el tema de hoy. Y no, la máquina de escribir no me cumplió el deseo, sigo buscando un empleo, y más encima semi cuarentenada, por la Pandemia de COVID 19
Faltan pocos días para mi cumpleaños Nº42, y ayer tuve que pasar por un procedimiento médico un tanto incómodo, sin embargo me tengo fe y a los especialistas que me vieron. Esta última semana he estado reaprendiendo ruso con duolingo, y quiero avanzar mucho porque eventualmente me gustaría repasar Alemán también y por qué no seguir con otro idioma. Últimamente, y frente a toda esta situación que se vive en Chile y el Mundo con la Pandemia, he podido apreciar lo real, lo verdadera que es mi relación con Jorge. Creo que no le he dicho esto a él directamente, tengo que hacerlo... pero aprecio su paciencia con mi salud, y su orden con la economía, soporto su afinidad con el tabaco encendido, y me encanta que sea curioso por aprender más, porque eso lo he adoptado yo también. Estoy en un curso de Coursera para escribir una novela, desarrollando mi proyecto olvidado del mundo sin sexo; y he tomado estas clases de idioma con Duolingo, y también un cursillo para postular a trabajos con el enfoque norteamericano que tengo que revisar si tengo terminado already.
Soy más funcional con él, eso aunque y porque siempre me ha parecido importante y atractivo ser funcional, solo que con él tomo la decisión de serlo y listo. Fue así mismito como aprendí a usar la máquina de coser. Teniéndola toda la vida donde mi mamá nunca me atreví a aprender, y acá lo hice. Estoy haciendo unos gorros turbantes con ella, y falla y voy y lo intento otra vez. He tejido mucho más de lo que yo me imaginaría haciendo. En fin, él despierta un aspecto de mi que tiene que ver con hacerme cargo de mi, de lo que me gusta, de cómo ocupo mi tiempo -que no necesariamente es a su lado, ojo-, y eso me hace feliz. Ninguno de los dos es perfecto pero tenemos una armonía hermosa, y propia.
Titulé Duolingo porque estoy adicta al duolingo, o al menos lo estuve al principio, y me hace re feliz reencontrarme con los otros idiomas. Ahora si lo piensas ese título también tiene que ver con relaciones, de dos lenguas. Jorge y yo somos dos lenguas increíbles y distintas, que juntos armamos algo que me gusta.

viernes, 31 de agosto de 2012

Luna azul

Cuando posteé ayer, no tenía idea del fenómeno de la luna azul. Sin embargo su efecto se hizo notar. Tenía alguna noción de haber visto a la luna antes este mes, pero como no necesariamente uno anda pendiente de ello, no estaba en mis registros.
Me pareció maravillosa. 
Vi a mi amigo Geólogo. Estuvimos mirando tele y riéndonos de lo lindo con las bromas de Charlie Sheen en una de las primeras temporadas de Two and a Half Men, me sentí como cachorra en esa situación, sin obligación de hablar todo el rato... algo que no ocurre siempre. Salimos a comer al Alto Las Condes, y tuvimos una conversación versada en varios tópicos de común interés. El principal tema fue las diferencias de personalidades: extrovertidos v/s introvertidos: defectos y virtudes, ventajas y desventajas.
Otro tema fue la paternidad... los miedos que conlleva, el reloj biológico, etcétera. Un matrimonio joven, se sentó cerca de nuestra mesa, con un hijo menor de dos años, que insistía en mirarme y "conversarme". Geólogo me hizo notar que había causado furor. No puedo negar que mi ternura hacia el niño ralló en la envidia, claro no alcanzó a serla porque los bebés son puros.
Cuando él iba a pagar la cuenta fui al baño, y al salir no lo vi. Eso me hizo pensar que se había ido a fumar, salí a buscarlo, y cuando no lo encontré de nuevo me extrañó. De pronto, el mesero se acercó a mi y me dijo:
-Señora, su marido fue a buscar plata a un cajero, porque se nos cayó el sistema de la Redcompra...
Y yo, plop. Fui incapaz de corregir la alocución. No tenía idea que parecíamos marido y mujer. Creo que nunca nadie me había dicho que pareciera la mujer de alguien, mucho menos por lo del cuento de que no llevo anillos... Y por unos instantes me agradó la imagen. La pareja joven, con pocos años de casados que no tienen hijos todavía, comiendo juntos el día viernes, antes de volver a pasar el fin de semana descansando juntos también.
No es nuestra historia ni de cerca, por supuesto, pero suena rica. Saliendo del mall, condujo hasta mi casa, esperó que llamara a mi mamá, a mi familia para abrirme la puerta - dejé las llaves en el dormitorio por error esta mañana- y le conté un tema personal. Conversamos un ratito, nos despedimos con un piquito, y me dijo: -Te quiero- bruto como es él, continuó con un: -Cómo amiga, pero te quiero. 
Consecuente con mis creencias le dije: -Uno quiere a la gente como gente, si es como amigo, hermano u otra cosa, no es necesario decirlo. Yo también te quiero tonto.
Me bajé y me entré.

P.S.: Por un par de averiguaciones que he hecho, descubrí que hay tres Mercedes en mi familia. Mi abuela, cuyo segundo nombre es Mercedes, su abuela, y una tía abuela de mi papá. Creo que si en algún minuto de mi vida mi deseo lanzado al Universo se cumple y tengo una hija, se llamará Mercedes.

P.S.2: Posteriormente mi papá me contó que su tía tenía otro nombre, sin embargo mi abuela me confirmó que una tía de ella aparte de su abuela se llamaba Mercedes también ;)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Insomnia!!! ! y fue la única entrada del mes... jajajajja

Recuerdo aquellos años en los que empecé a relacionarme con el insomnio. Fue mucho antes de lo que he reconocido a mis terapeutas y padres. Tenía algo de once años, y estábamos recién llegados a Chuquicamata. Aun dormíamos en el hostal de los ingenieros, y yo no me dormí hasta lo que en mi cabeza fueron las doce de la noche, pero visto en perspectiva, pudo ser cualquier otra hora aunque bastante tarde. Esos años no dormir era algo terrible para mí. Era un secreto que no podría confesar ni a un cura - no era pecado, pero tampoco era sano - y yo creo que debió ser simplemente una reacción emocional al cambio asociada a un exceso de Coca-cola y azúcar.
Ahora entiendo tantas cosas con otros ojos... después en el colegio, me pasaba horas tratando de disimular que no dormía por las noches, pero mis profes me dejaban dormir en la enfermería, era obvio que ahí había algo pasando. Años más tarde supe que la fractura que me acompañó entre los catorce y los veintiún años en mi hermoso rostro, era algo más que un adefesio de adorno: era una bomba de tiempo, puestas allí para que no pudiera respirar lo suficiente como para funcionar tranquila.
Gracias a Dios existen las rinoplastías, y los médicos y la ciencia. Si no, simplemente no existiría mi título universitario.
Anoche no dormí nada. Cerré los ojos, me di una vuelta o dos, y nada. Puede ser que hace un par de semanas suprimí el café instantáneo - me daba dolor de guata- y ayer para no ser menos consumí nada más ni nada menos que un vaso de Coca-cola normal, otra taza de café de máquina con leche, más dos vasos de Coca-cola zero, sumado a la experiencia de la Teletón, y entre dulces y papas fritas y maníes, dos hamburguesas generosas en carbohidratos y proteínas.
Si hubiese entendido hace veintidós años lo importante que es entender el funcionamiento de la comida en el cuerpo, tantas cosas habrían resultado distintas a lo largo del tiempo. Los ataques de ansiedad (insulino resistencia), las bajas y altas anímicas, y tantas lesuras más...
Hoy ya no estoy tan mal por no haber dormido nada anoche.
Internet es una justificación maravillosa, mis padres se preocupan, pero me aceptan y saben que tengo una pildorita de emergencia para la noche si fuera necesario, y por último, en ese tiempo que no dormí puse al día mi diario de vida -que no señores, no está basado en mis estados de Facebook - repasé mis añosas clases de alemán, por si este verano me topo con algún nativo germano parlante, y me leí un tutorial acerca de cómo buscar empleo efectivamente sin morir en el intento.
Cuando son las 9:06 AM del domingo, y no duermo desde ayer a las 10:05 AM aproximadamente, se despide su servidora desde la hermosa ciudad de Concepción soleada y florida.
Atentamente,
A.
PS: por los intentos fallidos de comunicación con el que me movió el piso la mitad del año, doy por concluída la mentada relación hasta nuevo aviso, Notifíquese, visese, apropiese, y solucionese, amén.