domingo, 4 de diciembre de 2011

Insomnia!!! ! y fue la única entrada del mes... jajajajja

Recuerdo aquellos años en los que empecé a relacionarme con el insomnio. Fue mucho antes de lo que he reconocido a mis terapeutas y padres. Tenía algo de once años, y estábamos recién llegados a Chuquicamata. Aun dormíamos en el hostal de los ingenieros, y yo no me dormí hasta lo que en mi cabeza fueron las doce de la noche, pero visto en perspectiva, pudo ser cualquier otra hora aunque bastante tarde. Esos años no dormir era algo terrible para mí. Era un secreto que no podría confesar ni a un cura - no era pecado, pero tampoco era sano - y yo creo que debió ser simplemente una reacción emocional al cambio asociada a un exceso de Coca-cola y azúcar.
Ahora entiendo tantas cosas con otros ojos... después en el colegio, me pasaba horas tratando de disimular que no dormía por las noches, pero mis profes me dejaban dormir en la enfermería, era obvio que ahí había algo pasando. Años más tarde supe que la fractura que me acompañó entre los catorce y los veintiún años en mi hermoso rostro, era algo más que un adefesio de adorno: era una bomba de tiempo, puestas allí para que no pudiera respirar lo suficiente como para funcionar tranquila.
Gracias a Dios existen las rinoplastías, y los médicos y la ciencia. Si no, simplemente no existiría mi título universitario.
Anoche no dormí nada. Cerré los ojos, me di una vuelta o dos, y nada. Puede ser que hace un par de semanas suprimí el café instantáneo - me daba dolor de guata- y ayer para no ser menos consumí nada más ni nada menos que un vaso de Coca-cola normal, otra taza de café de máquina con leche, más dos vasos de Coca-cola zero, sumado a la experiencia de la Teletón, y entre dulces y papas fritas y maníes, dos hamburguesas generosas en carbohidratos y proteínas.
Si hubiese entendido hace veintidós años lo importante que es entender el funcionamiento de la comida en el cuerpo, tantas cosas habrían resultado distintas a lo largo del tiempo. Los ataques de ansiedad (insulino resistencia), las bajas y altas anímicas, y tantas lesuras más...
Hoy ya no estoy tan mal por no haber dormido nada anoche.
Internet es una justificación maravillosa, mis padres se preocupan, pero me aceptan y saben que tengo una pildorita de emergencia para la noche si fuera necesario, y por último, en ese tiempo que no dormí puse al día mi diario de vida -que no señores, no está basado en mis estados de Facebook - repasé mis añosas clases de alemán, por si este verano me topo con algún nativo germano parlante, y me leí un tutorial acerca de cómo buscar empleo efectivamente sin morir en el intento.
Cuando son las 9:06 AM del domingo, y no duermo desde ayer a las 10:05 AM aproximadamente, se despide su servidora desde la hermosa ciudad de Concepción soleada y florida.
Atentamente,
A.
PS: por los intentos fallidos de comunicación con el que me movió el piso la mitad del año, doy por concluída la mentada relación hasta nuevo aviso, Notifíquese, visese, apropiese, y solucionese, amén.

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