viernes, 31 de agosto de 2012

Luna azul

Cuando posteé ayer, no tenía idea del fenómeno de la luna azul. Sin embargo su efecto se hizo notar. Tenía alguna noción de haber visto a la luna antes este mes, pero como no necesariamente uno anda pendiente de ello, no estaba en mis registros.
Me pareció maravillosa. 
Vi a mi amigo Geólogo. Estuvimos mirando tele y riéndonos de lo lindo con las bromas de Charlie Sheen en una de las primeras temporadas de Two and a Half Men, me sentí como cachorra en esa situación, sin obligación de hablar todo el rato... algo que no ocurre siempre. Salimos a comer al Alto Las Condes, y tuvimos una conversación versada en varios tópicos de común interés. El principal tema fue las diferencias de personalidades: extrovertidos v/s introvertidos: defectos y virtudes, ventajas y desventajas.
Otro tema fue la paternidad... los miedos que conlleva, el reloj biológico, etcétera. Un matrimonio joven, se sentó cerca de nuestra mesa, con un hijo menor de dos años, que insistía en mirarme y "conversarme". Geólogo me hizo notar que había causado furor. No puedo negar que mi ternura hacia el niño ralló en la envidia, claro no alcanzó a serla porque los bebés son puros.
Cuando él iba a pagar la cuenta fui al baño, y al salir no lo vi. Eso me hizo pensar que se había ido a fumar, salí a buscarlo, y cuando no lo encontré de nuevo me extrañó. De pronto, el mesero se acercó a mi y me dijo:
-Señora, su marido fue a buscar plata a un cajero, porque se nos cayó el sistema de la Redcompra...
Y yo, plop. Fui incapaz de corregir la alocución. No tenía idea que parecíamos marido y mujer. Creo que nunca nadie me había dicho que pareciera la mujer de alguien, mucho menos por lo del cuento de que no llevo anillos... Y por unos instantes me agradó la imagen. La pareja joven, con pocos años de casados que no tienen hijos todavía, comiendo juntos el día viernes, antes de volver a pasar el fin de semana descansando juntos también.
No es nuestra historia ni de cerca, por supuesto, pero suena rica. Saliendo del mall, condujo hasta mi casa, esperó que llamara a mi mamá, a mi familia para abrirme la puerta - dejé las llaves en el dormitorio por error esta mañana- y le conté un tema personal. Conversamos un ratito, nos despedimos con un piquito, y me dijo: -Te quiero- bruto como es él, continuó con un: -Cómo amiga, pero te quiero. 
Consecuente con mis creencias le dije: -Uno quiere a la gente como gente, si es como amigo, hermano u otra cosa, no es necesario decirlo. Yo también te quiero tonto.
Me bajé y me entré.

P.S.: Por un par de averiguaciones que he hecho, descubrí que hay tres Mercedes en mi familia. Mi abuela, cuyo segundo nombre es Mercedes, su abuela, y una tía abuela de mi papá. Creo que si en algún minuto de mi vida mi deseo lanzado al Universo se cumple y tengo una hija, se llamará Mercedes.

P.S.2: Posteriormente mi papá me contó que su tía tenía otro nombre, sin embargo mi abuela me confirmó que una tía de ella aparte de su abuela se llamaba Mercedes también ;)

1 comentario:

Honey bee dijo...

Buena respuesta a la declaración de cariño del Geólogo. O sea!!
Me alegro de que hayas tenido una rica noche de blue moon. Disfruta esos momentos que se van presentando, con Geólogo o sin Geólogo.