Esta semana empiezan los retiros, via crucis, y reflexiones respecto de la muerte y resurrección de Cristo en el monte Calavera. ... Y termino este post una semana más tarde, porque pasaron varias cosas entremedio.
Pensaba hacer una reflexión religiosa, sin mucho más tema, y estaba en medio de buscar el mejor ángulo cuando me llamaron a entrevista laboral en Santiago al dia siguiente (jueves Santo) y eso vino a modificar toda mi historia y planes.
Yo que vería a mis hermanas el sábado y a J. el domingo, partí a Santiago, en la incertidumbre de estar apostando, un poco temerosa.
Y resultó que fui a la entrevista al día siguiente, a las diez de la mañana en Ñuñoa. Con veinte mil pesos prestados, y la posibilidad de volver el sábado a casa, tomé un bus de siete mil pesos, la noche anterior. Iba nerviosa, pero sonriente a la entrevista, si no me eligen al menos que se lleven una impresión simpática de mí.
Dos horas más tarde- cuando yo había decidido que me gustaba el lugar de trabajo, y los potenciales jefes- estaba conversando en la pieza de mi tía, contándole de mi entrevista cuando me llamaron para avisarme que si podía trabajar el lunes, y que me presentara a las ocho y media.
No salía en mi de la impresión. Llamé a mamá para avisarle, y se alegró. Fue una alegría triste, porque los planes de Semana Santa se verían drásticamente torcidos... Pero si Dios quiere estaré trabajando para mi cumpleaños, o al menos tendré recursos para celebrarlo con mis amistades y familiares, más J. por supuesto.
Me ofrecen un sueldo decente, además de almuerzo en un ambiente laboral agradable y de gente educada (son una fundación científica sin fines de lucro).
Y el viernes Santo salí a caminar con mi tía a Parque Bicentenario en Vitacura, leí el diario y me relajé. El sábado Santo, fui a juntarme con mi tía madrina, su bebé y mi abuela, fuimos a tomar un Juan Valdés y paseamos juntas, regaloneando al bebé. El domingo de Resurrección mi gran amiga F. me invitó a almorzar con ella y su novio, a conocer su guatita, ver ecos del bebé, y me cocino un exquisito plato de papás al horno, mariscos y crema.
El lunes, después del trabajo visité a mi hermano, mi cuñada y mi sobrino, comimos una rica pizza preparada por ellos con todo el amor del mundo, y mi sobrino habló con mis papás por teléfono.
Hoy, invité parte de los completos para celebrar mi llegada y éxito con S. y A. especialmente porque S. limpió mi pieza, ordenó lo que más pudo para hacerme espacio lo que me hace inmensamente feliz.
Debo ser una agradecida Señor, porque te entregué a mis queridas hermanas, sobrino y Padres, y tu me regalaste hermano, sobrino, primos, tías, abuelas y amigos.
Muchos cariños para todos, especialmente a J.
ABCD
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