Queridos,
Estoy dichosa con los acontecimientos de los últimos tiempos. Trabajo, relación sentimental, reencuentros con amigas y primas que no veía en tiempo, y familia dejada de lado por la distancia. Evidentemente extraño a mamá, papá y mi querido "yo no fui" mi sobrino de tres años, que vivía conmigo hasta poco menos de un mes atrás. Pero algunas ganancias en la vida tienen sus costos, y gracias a Dios, los veré este fin de semana.
Un tío lejano celebra sus setenta años, es un almuerzo sorpresa al que nos han invitado, aunque muchos lo conocemos poco. Es interesante en todo caso asistir, ver a la familia extensa largamente postergada, conocer a los del otro lado.
Con J. las cosas siguen miel sobre hojuelas. Quisiera tenerlo más cerca, pero la distancia también tiene algo lindo: la ilusión de un reencuentro lo antes posible. Nos invitaron a un aniversario de matrimonio en mayo, en Viña, así que tenemos planes de ir allá, alojar en un hostal en Valparaíso, y de paso dar unas vueltas por la ciudad Jardín y por el puerto que me vio nacer. Es un paso importante, lo conocerán mis abuelos, y algunos primos, lo que no deja de ser una instancia interesante, para ver cómo se revela ante la presión de las primeras visitas oficiales. Y yo aun no puedo ir a conocer a su madre, pero ya tenemos que planificar eso con tiempo.
Debo ser agradecida de Dios. Me ha dado lo que le pedí. Espero estar a la altura.
Besos y abrazos fraternales, espero darles noticias pronto,
ABCD
Ánimo de anonimato Reflexiones acerca de lo que podría pasarle a cualquiera, aunque sucediera cerca mío. A veces, uno no quiere que algunos sepan lo que piensa. Nota editorial: la ausencia de firma no implica regalía de derechos de autor. Si quiere citar alguna de las entradas deje un comentario. Los nombres de los coprotagonistas de éstas historias han sido cambiados o reducidos por motivos de discresión.
jueves, 26 de abril de 2012
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