martes, 13 de marzo de 2012

Cinco minutitos más...

Qué maña y mala costumbre más habituada, y pésima en la vida que esa de dormir otros cinco minutitos más cuando uno tiene un horario límite para levantarse e irse a trabajar/estudiar/juntarse con alguien/o simplemente levantarse.
Todos los días estoy con eso de volverme a tapar, dormirme pendiente del reloj, tratar de disfrutar lo indisfrutable... Y a veces paso a llevar minutos de desayuno, de ducha, de lavada de pelo, de colonia, de fijarme que los jeans están sucios, pffff.
J. vino de nuevo este domingo de visita, y de nuevo leí el salmo.
Me dió un par de besos tímidos en el mall, y compartimos sendos café y un chocolate. Hablamos a diario, por horas, y hasta tarde, y quedan promesas en el aire, que me dan ganas de más y dudas de menos.
Me trajo un libro que he leído en el trabajo, acerca de psicología, filosofía y Dios. Atractiva lectura. Me leyó el tarot egipcio, me dijo cosas que no esperaba, y otras que adivinaba.
Me está costando enormes cantidades de voluntad seguir la dieta al pie de la letra. De hecho me he saltado algunas de las recomendaciones básicas varias veces... he comido carbohidratos, chocolate (con azúcar) y jugo de frutas (con azúcar) pero aunque me estanqué un poco en la bajada, no he subido tampoco... así pues, no todo está perdido.
La guagua de mi amiga M. es maravillosa, aun no la conoceré en persona, pero vi una foto y es parecida a su padre y su hermano. Mi amiga ahora figura en cuarentena y producción de dulce de higos blancos... yummy. Así que apenas D. cumpla cuarenta días iré a conocerla :)
Besitos, no tengo más novedades,
ABCD

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