Abuso terapéutico

Creé un archivo para escribir libremente de cosas que me parecen mal, o que me desconciertan, o que simplemente me desequilibran un poco y en el proceso decidí publicarlo acá. Algunas tardes en que no estoy haciendo otra cosa que revisar el email o las redes sociales, me da por hacer una búsqueda booleana de algunas personas, particularmente de ex, o de personas que no siempre aparecen.

Las obsesiones

Hace un tiempo atrás Facebook me arrojó como sugerencia a un ex. Y yo -tontamente antes de visualizar el perfil anonimamente- le envié una invitación al personaje en cuestión. Invitación que él se dio el gusto de rechazar ¡Cuánto debo haber alimentado su ego!, y por supuesto, que lo más probable es que además haya bloqueado mi perfil de su cuenta DE INMEDIATO. De esta situación que es bien tontita saco yo varias conclusiones...

Él está en todo su derecho de rechazarme. Lo digo por varias razones, yo fui muy catete después de que terminamos lo seguí llamando, y claro eso no gusta a nadie... y aunque no lo hubiera molestado nunca más, nosotros ya no somos pareja, y su concepto de amistad entre hombres y mujeres es bien pobre la verdad.

Pero creo que yo también tengo todo el derecho a guiñarle un ojo si quiero por facebook, ya que no lo hago nunca en persona. Y de alguna manera siento que me trató como psicokiller. Si se entiende lo que quiero decir.

Llevo tantos años experimentando el rechazo de personas a las que les di demasiada importancia, que me carga pensar en formar pareja de nuevo. Yo creo que es lo que me estanca a la hora de salir a divertirme y conocer gente nueva. No quiero salir herida, mucho menos sentimentalmente, porque me vuelvo un trapito sucio cuando ando con pena.

En buenas cuentas este post es para comentar que lamento que algunas personas no sean lúdicas, que se tomen todo tan en serio para siempre. Después de mi ultimo post me enteré de que mi trabajo en la biblioteca había caducado. Fue otra cosa que me cargó. Porque estaba cómoda allí, y no quería volver a mi casa a estar desempleada en el intertanto de buscar otro trabajo, y todo eso que conlleva la cesantía (que falta la plata para los chicles porque no sabes cuando vas a volver a ganar tu propia plata, y que no puedes comprar esos zapatos que soñaste durante el mes que creíste que seguirías con empleo por la misma razón que ahora compras menos chicle). En fin, diciembre está ventoso, e interesante, y yo ando con el ánimo low, pero quiero reponerme pronto.

Cariños a mis fieles lectores, si tengo alguno :)

ABCD