El matrimonio de mis primos estuvo sensacional, digo primos, porque el marido de mi prima es ahora mi primo también!!! En la fiesta, me encontré con la ensalada de emociones de unos meses atrás. Le saludé breve, pero cortésmente, para no despertar sospechas ni maledicencias. Mi hermana estaba algo afectada por su presencia -le conoció primero, y nunca supo que yo le conocí-, y bueno, como que quiso abrazarme más de la cuenta, pero rápidamente me desentendí del abrazo, y seguí mi camino. Horas más tarde, e incapaz de enfrentarlo personalmente para la horrorosa pregunta de rigor acerca de su tiempo de pololeo... digo, habré estado con el cuando ya tenía a esta muchacha en carpeta...? en carpeta sí, de polola no sé. Y como a falta de pan buenas son las tortas, abordé discretamente a una de sus primas, otra prima política de la lista...
-¿Desde cuando pololea con esta niña?
-¿Te fijaste? ¿por qué la pregunta? es una chusca, es que este tipo es un fresco y siempre anda con chuscas... ¿Lo viste con otra?
-Bueno, técnicamente sí.
-Claro no tiene remedio...
Para qué comentar que la otra, chusca al fin y al cabo era yo misma... no, otro día con copete en el cuerpo le digo, si es que.
Pero bueno, supongo que también podría decirse que la excepción hace la regla, no que me sienta la tremenda excepción al respecto, después de todo, ¿quién se agarra a un primo político de la nada? NADIE? no sé, fue lindo los quince minutos que duró jejejejjejeje
besos! desde la capital ya.
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