viernes, 18 de diciembre de 2009

Serena serena

Gracias al gentil auspicio de un matrimonio en la familia, he venido a pasear a Serena un par de días. Echada en la cama del altillo de la casa de mis primos, y agradeciendo al Altísimo la aparición de algo de luz solar, descanso después de un sabroso almuerzo familiar.
Con esa sensación dulce que dejan los encuentros familiares, me dispongo a dormir una reparadora siesta. La locura amorosa se me ha pasado un poco, aunque sospecho que basta un encuentro furtivo en la agenda con personaje susodicho y caigo otra vez. Incluso, en un momento que tuve unos pesos en el bolsillo, compré un regalo de navidad pensando en él. Algo que me asusta sobremanera, pero que puedo redirigir (me) si no lo veo más. Es una edición de páginas cuché del Principito, con un marcador de libro de Papelucho.
Traje un vestido que no me he puesto en años, unos zapatos gigantes, que me encantan por el putifaresco efecto de su visión, y mi hermana se encargará del maraquillaje. jajajaj En el living familiar de los primitos se escucha el guitarreo de quienes oficiaran de coro en la iglesia mañana, maravilloso.
Hay días como este en los que me parece que Dios me bendice minuto a minuto, situándome junto a personas libres para amar (me, se, nos, los, te) y es en este tipo de días en que me doy cuenta de porqué me entrego como lo hago, porqué soy todo o nada, más regalada que pagada de mi misma.
Vengo de una familia generosa, amorosa, acogedora y maravillosa. ¿Cómo ser distinta? ¿cómo ser egoísta o malaclase? imposible.
Entonces viene un bufón, se cruza en mi camino, y quiero darle todo lo que nunca me pidió. No me extraña. Y ya no me preocupa, si no lo toma quedará en reserva supongo... el amor no se gasta nunca.... Besos inspirados desde la ciudad del calmo pacífico.... La Serena.

1 comentario:

Xi. dijo...

Disfruta el amor de la familia, ese que llena como ninguno y que a veces olvidamos en pos de seguir ciertos aromas que nos hacenn flotar. Flotar no está más, pero las caídas suelen doler harto.
También disfruta el mar, mucho. Y escribe como loca!