viernes, 15 de mayo de 2015

Estupideces que a todas nos pueden pasar

Mis queridas, y bueno mis queridos también....
¿Les ha pasado que los invita a salir alguien y esa persona resulta ser un buen partido, pero el plan en el que salieron es algo más simple que proyectarse juntos hasta no poder envejecer más?
Pues a mi me pasó.
Hace un par de días, un tipo que conocí en un chat me invitó a tomar un café. Hasta ahí todo bien. Yo creo que si digo que he tomado cien cafés en el mismo tono, puede que no mienta. Es lo más inocente de la vida, y a veces da para rato y otras para ratitos muy gratos, entretenidos y bien, esto es lo que pasó:
A la pregunta ¿Dónde nos juntamos o dónde te paso a buscar? le respondí con mi ubicación en el whatsapp. Veinte minutos más tarde me envía el mensaje de que está fuera. Y salgo, pero no lo veo, era que el ubicador lo envió media cuadra más allá. 
Cuando aclaramos eso al celular, se acerca en el auto, no reconozco el modelo, pero eso no me importa, me subo y partimos rumbo al mall a tomar el jugo y expresso doble. (Ustedes imaginarán por mi historia que expresso doble a las ocho de la noche tomó él porque yo no juego a la de quedarme despierta)
Cuando vamos llegando al mall, mi vista se detiene en los chiches del auto, el aire condicionado, la radio, etcétera y caigo en la cuenta de que es un BMW automático, no uno cortito como el de alguna amiga mía, sino un sedán. Y el radar de alerta suena en la cabeza... este es un cafecito diferente. No es un tipo sacado simplemente de un chat. Es un tipo con medios... sacado de un chat. Y se me aletargan las neuronas y empiezo ¡oh Dios!: ¡a hablar mal de mi misma! ¿Pueden creerlo? Me empiezo a hacer una zancadilla.
Y puede que lo haya hecho bien. Al final del día yo sé lo que esperaba él de mi, y entiendo que es años luz diferente de lo que yo podría esperar de él, mucho más si a los cuarenta años no tiene hijos y es soltero y maneja semejante ejemplar.
Suena en Accuradio la canción Dear Future Husband... de Meghan Trainor, y yo pienso que estoy entera mal enfocada. No es la primera vez que en una primera cita hablo mal de mi misma. Ese autoboicot es demasiado estúpido. Pero por otra parte, no quiero más la tontera de que te basurean un resto. ¿Sabes? Si no te interesa una historia larga, entretenida y llena de ires y venires -como resultan las historias jugosas de mi vida- no me interesa lo demás. 
Lo demás, lo transitorio, lo accesorio "aquello", debiera ser un complemento de una historia jugosa, y no el centro de la atención. Ese es el problema entre el foco de los hombres y de las mujeres... es distinto. Es más no creo que todos los hombres tengan ese foco pero bueno, es lo que he encontrado últimamente. 
Para qué andamos con cuentos, alguien que se incomode con el lado looser de una no puede ser buena compañía. ¡He dicho!
¡Besos de la mujer que canta!

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