miércoles, 12 de septiembre de 2012

11 de septiembre

El nombre de este día es de título, no sólo en Chile o Estados Unidos, hay otras razones para rememorar o querer olvidar. En fin. Es un dia bizarro el 11 del 9. Ayer empecé a escribir esta entrada, pero la dejé a medio hacer, por dar prioridad a lo que realmente me convoca en la oficina, el trabajo. Además ayer por los clásicos disturbios y protestas, a mucha gente le dieron permiso para irse antes a casa. A nosotros nos dieron instrucciones de irnos cuando quisiéramos/pudiéramos a partir de las 16.00 hrs.
Y fui rumbo a casa, tranquila, feliz. Hablé con mi mamá. Iba todo normal.
De pronto me llama de nuevo y me comunica una mala noticia. Papá a quedado sin trabajo. Tiene estrés de que yo pueda verme afectada. A mi me huele a que él está profundamente afectado y no sabe cómo enfrentar el tema. Eso me dejó con una sensación de cansancio. Una necesidad imperiosa de amarrarme a algo que tenga sentido se apoderó de mi. Una lasitud. Ganas de dormir. Ayer esas ganas no fueron tan fuertes. Sin embargo, esta mañana no quería levantarme.
Decidí que no puedo seguir el mismo patrón que en ocasiones anteriores. Por lo mismo, aunque tenía mis dudas, porque no es un asunto tan barato, tomé la clase de cocina. Llamé a la profesora, F. y le pedí los detalles. Allí espero conocer otras personas, amistades casuales. Conversar de nimiedades. Aprender una receta rica, atreverme a cocinar algo distinto.
A estas alturas, y visto que este fin de semana no será del todo fácil, quiero ir preparada. Con algo distinto que conversar, con fuerzas para callar. Hoy dejaré mi cuento en el concurso. Veremos cómo me va. Le tengo fe como proyecto personal, sin embargo es simple, sin pretensiones, como casi todas las cosas que hago últimamente.
Anoche para variar soñé algo extraño. Con la familia de mis jefes y un hijo de ellos enfermo, cercano a la muerte, deprimido, encerrado en mi oficina pateando almohadas para desquitar la rabia.
¿Seré yo Señor?
Nos tendremos que hacer a la idea. Trataré de postear desde Concepción, ahora a hacerse cargo de los deberes, besos y un sentido abrazo!
A.
Por cierto, mi curso en Coursera ha sido toda una revelación y me inscribí a Introducción al Pensamiento Matemático a partir del próximo lunes.

1 comentario:

Iluminada dijo...

Si hay algo en lo que creo con todo mi ser, es que las circunstancias en esta vida pueden cambiar en menos de un segundo. Así como ocurre con los malos ratos, así llegan las soluciones. Hay que confiar en ello. Aunque suene irónico viniendo de mi, hay que tratar de no perder tiempo en los por qués, pudiendo ocupar ese mismo tiempo enfocados en la fe de que una voluntad superior a la nuestra puede encaminarnos. Aquella voluntad nos lleva por oscuros caminos, sometimes, pero luego nos muestra la luz, siempre la luz. Es en ese momento cuando llega el respiro de saber que todo lo que ocurrió tenía que ocurrir.
A la vuelta de las fiestas patrias vamos a por el tecito.
Confianza, Andre!!