lunes, 18 de enero de 2010

Primera semana

Luego de la noche del lunes, estuve un par de días en mi casita, adoptiva por cierto, porque siempre seré visita acá... y el miércoles pasado me confirmaron que pasaríamos el fin de semana en la playa. Arme un bolso apoteósico, por el exceso, y el jueves tomé el metro a Dominicos por segunda vez y subí a la casa a unirme al grupo.
El viaje a Mirasol fue un poco interrumpido por un breve paseo por la óptica, pero en general rápido. Allá en la playa W. se fue mejorando rápidamente de todos sus achaques. Fue increíble el cambio el primer día durmió tres horas y anduvo tiritón y cansado. El segundo día durmió cinco horas, y mejor. El tercer día durmió seis horas. ¿Qué tiene el hermoso Mirasol que hace ese milagro? me dedico a leer acerca de la levadopa para entender el proceso remedio, tiritón, etc. Me falta revisar material al respecto, es evidente que me falta mucho más que eso, desde aprender a ayudarlo a levantarse, hasta los tipos de masajes para calmar los calambres, pero bueno, si me retiro ahora no aprenderé nunca.
Llegando el sábado, para votar el domingo, olvidé mi nombre y todo. El domingo tipo diez con mi hermana en el local de votación noté que mi Carné no estaba en mi cartera y me entró pánico ¿Dónde podía estar? gracias a Dios recordé que para el matri de C lo cambié de cartera, así que tomamos el bus de turistic hasta Alonso y volví a buscarlo a casa, para votar después de una maravillosa pizza que preparó mi hermana el sábado.
Volví a votar, y ya de vuelta venía con un alivio rico. Mi deber cívico cumplido, podría descansar en paz. Así que me dormí una siesta con la transmisión de las elecciones en vivo prendida, y mi hermana twitteando a mi lado.
Hoy espero el aviso para ir a buscar mi celular, que espero W traiga de la playa, y para programar mi semana con atención a los detalles.
Tengo ganas de pasar a Viña, pero creo que debiera organizar mejor mis finanzas para eso, lamentablemente, no estoy en época de vacas gordas, aunque tampoco están flacas las mimúnes.
Y eso, mis sueños a mil, soñé con una casa agrandada de Carmen, con un hombre que la protege, y así con la vida. Espero esta semana de playa tocar efectivamente el mar.
besos

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