domingo, 6 de octubre de 2013

Religare

Sábado.
Esta mañana desperté tras cuatro horas de sueño. Anoche fui a bailar con T. y su primo J. La previa fue en casa de otro isleño, su primo de 20 años. C. la dueña de casa fue un amor con todos y preparó daiquiri frutilla. Esta semana de trabajo me ha cambiado las perspectivas. Mi nivel de redacción aun es deficiente, pero tengo virtudes que a veces menosprecio. Ayer estaba atónita y atemorizada, sin embargo mi editora fue sumamente amable con las tareas para la casa, y habló del trabajo de la próxima semana. No dijo nada en concreto. Yo asumo que sigo a prueba, sin embargo debo preguntar al respecto en algún momento. Varias personas me preguntaron qué tal mi semana de trabajo. Lo cierto es que mi semana estuvo buena. Aprendí varias lecciones:
Para entrevistar a premios nobel, y si consigues que te respondan, no solo necesitas leer acerca de su trabajo, y entenderlo, sino además insistir en preguntar apuntando hacia el área que tu instinto te indica.
Esto porque me respondió Alvin Roth, pero me negó la entrevista porque envié un cuestionario desenfocado de su línea de estudio. Algo que si me hubiese detenido a pensar en mi entrevistado en lugar de mantener el puesto de trabajo, no habría sucedido.
Ha sido una semana hermosa, me he sentido viva, todas las mañanas camino veinticinco minutos al trabajo, y de vuelta en la tarde diez horas después.
Almuerzo rápido, pero sagradamente he respetado mi meta de no comer sobre el escritorio al menos el plato principal. El resto entiende en parte, porque me estoy acostumbrando, sin embargo me disgusta la oficina con olor a comida, y mi querida S. cocina muy salpimentado para que pase desapercibido el olor.
Llego en la noche cansada a casa, me ducho y duermo a más tardar a las once, esto excepto el jueves que me costó un poco más conciliar el sueño. Y ayer por supuesto, que salimos más tarde, pero no quise perderme la oportunidad de ver a T.y esta vez el instinto si me aviso bien., necesitaba bailar, gozar de una conversación desenfocada con gente descocada como yo.
Domingo.
Anoche dormí una cantidad normal de horas, sin embargo desperté temprano esta mañana de todos modos.
El cumpleaños de mi sobrino, y la junta familiar estuvieron bien, la llanteada posterior fue adolescente. Es largo de detallar acá y bastante personal, sin embargo en primavera es como si me quisiera sentir viva, y todos mis instintos despertaran a la vida de un modo aguzado, agudo y me despertaran (no solo en el sentido del sueño y vigilia, sino a sensaciones o percepciones más generales.
Extraño mi casa, pero estoy contenta con lo que he conseguido. Extraño a Max, y quiero que el me extrañe a mi de un modo sano... no quiero seguir explayándome. En fin.
Besos!
A.



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