Hoy fue mi última jornada como promotora del seguro obligatorio. Una jornada entretenida, con mi compañero C. cuyo espíritu futbolero me hizo reír cada día que me tocó compartir con él.
Estoy agradecida de esta segunda experiencia con Magallanes. Fue ilustrativa, me sacó de la autocompasión, y prefiero haber trabajado en eso que no haber hecho nada en marzo.
Anoche rendí mi declaración de impuestos 2013. Buen dinero volverá a mis arcas los primeros días de mayo, si Dios quiere, y eso permitirá (por fin) unas lindas vacaciones que estamos planeando con mim.
El sábado, con A. y sus chicas superpoderosas, fuimos al centro de Concepción y me reencanté un poco con la ciudad, su centro, y sobretodo el área de la diagonal donde he situado mi novela romántica.
Quiero comenzar mi fin de wishlist. Un mes usando una vez por semana los tacones (que ya tengo). La estadía en un hotel, y el uso de una vestimenta especial, que aun quisiera pensar sería de seda, aunque tengo un par de cosas de otros materiales a mi disposición... solo bastará seguir perdiendo peso.
Tengo un viaje pendiente a la capital a buscar mi ropa de invierno. No sé si me quede allá varios días, yo creo que en definitiva esa opción ni me conviene ni me interesa. Lo que realmente me interesa, es tener con qué vestir este otoño. Acá se nota que la temperatura comienza a bajar y espero no pasar frío.
Ahora me despido, porque mañana temprano me tengo que ir a tomar una muestra de sangre al centro. Espero que se aclaren varias cosas en esos resultados.
¡Cariños!
Bus stop singer
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