Martes tipo lunes, pero martes al fin, hemos vuelto al trabajo tras tres días de descanso. Anoche dormí inusualmente bien. Puede ser que no me quedara hasta las últimas viendo teleseries, dado que la que me gustaba la cambiaron al trasnoche y NO me quedaré hasta tan tarde. Puede ser que me hiciera bien ir de paseo y caminar y comer rico y ver barrios históricos. Puede ser que dos cumpleaños infantiles en un mismo fin de semana, ver a parte de mis hermanos y cerciorarme que otra buena parte de la familia está normal me hiciera bien. O puede ser que saltarme un par de comidas me volviera un poco más liviana. No lo sé.
Lo que sé es que aunque flojeé esta mañana, no salí particularmente tarde. También sé que me costó poco levantarme cuando finalmente lo hice veinte minutos antes de lo habitual. No me dormí en el bus camino al metro, y me bajé en la estación donde normalmente hago cambio de locomoción de vez en cuando, por lo que gasté un poco menos. De a poco mi vida se ordena en sentidos que tienen algo más de relación con lo que espero para mi. Es curioso, porque también eso me tranquiliza.
Se me pasó la ansiedad por el beso de un par de semanas atrás. Fue solo eso, y creo que las razones que tenga él (o no) para pasar de largo, tienen que ser válidas, más que todo el jugo mental que me pase yo.
Con respecto a mi novelita, estoy en las últimas páginas antes de la meta, aunque evidentemente falta desarrollo de la trama, revisión y todo eso. Claro, sin contar con la consabida y bendita superación de las 84 páginas en que voy ahora. Y es que tratar con los desencuentros románticos de una pareja en ciernes es un tema complicado. Finalmente aunque es el momento en que se define si un fling pasa a ser algo más serio o no, en mi vida no he superado adecuadamente ése estadio, entonces hay algo de dolor ahí.
El viernes después del trabajo me encontré con P. un amigo que fue compañero de trabajo en nuestra época gloriosa del callcenter bilingüe. Qué maravilla. No nos veíamos desde 2010, momento en el que me invitó a tomar un cafecito, y al instante de visualizarlo saliendo del metro por casualidad, fue darnos un largo abrazo y decidir ir a por un café, que fue inmortalizado por una fotografía subida a facebook, y una larga conversación desparpajada acerca de los dioses y los mortales.
Extraño ese tipo de amistades en mi vida. Extraño la trascendencia de M. y A., de C. y X, de K. Extraño hablar de libros y música hasta tarde, y soñar con viajes y grandes aventuras dentro de una piscina helada en Antuco, antes de la represa. Extraño subir a la Sierra Velluda, y caminar por la Avenida Perú, bordear la Laguna San Pedro y cocinar mermelada en una tarde de cualquier tipo en Valle Nonguén, sentarse en los pastos de la Universidad de Concepción y sentir la fuerza vital del manto vivo de sus jardines trepar por osmosis hasta los tejidos del cuerpo. Supongo que son los resabios agradables que nos visitan desde el pasado, dándonos a entender que aunque no todo pasado fue mejor hay cosas que da gusto recordar.
Ayer salí con un amigo nuevo, L. Fuimos a caminar al cerro San Cristóbal, luego a un barrio que se llama Concha y Toro, y luego a comer a un restaurante peruano. Resultó ser que teníamos un conocido en común, el hijo de mi profesora de ruso, es notable lo pequeño que es el mundo.
Hoy recibí nuevas noticias desde Finlandia, resultó ser que nuestro amigo finés era efectivamente el corredor de autos que aparecía en youtube!!! jajajajja nunca imaginé eso.
Tengo apostados mis ahorros a dos propósitos y a punta de mucha fuerza de voluntad estoy respetando ese propósito a pesar de los desangres económicos locos. Quiero viajar. Quiero llegar lejos. Y sé que será motivo de cuestionamiento en mi ambiente que prioriza el nido propio, y alguna que otra propiedad en la vida. Quiero creer que eso tiene menos relevancia de la que tiene (de todos modos es el segundo propósito). Quiero ir a ver a los niños de la casa rodante antes de que sean adultos a Francia, y a mi tío al sur de España mientras aun queda tiempo. Quiero concretar lo soñado, lo anhelado largamente en la hirviente ensoñación de mis halucinaciones pasadas. Percibo que es un camino necesario en mi vida, no sé por qué tengo esa idea.
T. me invitó a reunirnos en Viña un sábado por la noche pronto. Es posible que vaya esta semana. Ya debiera pensar en llevar un traje de baño y meter los pies al agua fría del mar. Y revolcarme en la fría ola de chocolate arenera de la orilla, como haría cualquier viñamarina digna de siete años. Ya tengo inquietudes para una lista de deseos cuando termine de cumplir los deseos que me quedan pendientes, claro que falta aun... he pensado lo de los zapatos, y me traje unos tacos que tenía para practicar. Me falta también el vestido de seda. Y el fin de semana en un hotel. Puse la condición de que no fuera Concepción ni Viña, pero puede ser Santiago, o Valparaíso... bueno, tengo que revisar eso. Eso por ahora, algunas canciones han surgido, pero nada para inmortalizar en el otro blog... Canto seguido en todo caso algo así como: Who cares about it, I don't I don't. So if you care, go somewhere else whith that...
Va el post breve en inglés:
Tuesday after the long weekend, yesterday I had a good night sleep, impressing for someone who's always complaining on that sense. It seems that not watching tv late at night, help me with the timing.
Last Friday I met accidentally with P. a friend from the callcenter, coming out from the metro. And as we saw each other we embrace strongly, and decided to have a coffee full of conversation, and joy, with a nice picture for Facebook. That made me long for my other longlasting friends mentioned above. Cooking mermelaids at Nonguen, swimming in a pool near Antuco, walking to the Sierra Velluda, staring life in the gardens of the University of Concepción, letting life touch us as if a magic osmotic presence it were, enjoying Laguna San Pedro, and so on.
Yesterday I went for a walk to San Cristobal with a new friend L. Then we went to barrio Concha y Toro, a place I've never been to, and that I found marvelous, and then to eat something nice at a Peruvian restaurant. It seems fair for a new friendship.
I passed the guy of two weeks ago. Somehow the stress and anxiety left me, and let it go. If he has a reason (or not) for letting me go, he must be right, besides anything that makes me neurotic can't be good.
My novella is on its 84th page, advancing. I still have to reach the goal, plus give it a good ending. I am still lacking for the weekend at a hotel, and the silk dress plus the highheel shoes. I am intending to start using a pair of high heels I brought from Conce as a practice. And considering Valparaiso and Santiago as valid instances for the weekend at the hotel (they aren't Viña or Conce, are they?)
I have been respecting the savings program with a lot of effort, but succeeding as well. Hopefully I'll manage to do it, because I so long to go to France to visit my friends, to Spain to check my uncle, and so on... I understand that to my relatives its a higher priority to get a house. But truly (and though part of this savings is for that) for me, traveling is a must. Somehow it is a need long denied. It was imprinted in my dreams and halucinatory discourses... now it has to become true, to bring happiness and fill the arcades of creativity.
There we are, plus less both post containing same topics, except wait! the two kids birthdays, and the family visit :)
kisses!!!
Ms. Bus stop singer.
2 comentarios:
Un hombre a todo dar para una mujer a todo dar.
Quién eres? Anónimo, me haces querer retirar la opción comentario anónimo... necesario para los post de someone!
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