No me imaginé posteando nada hoy, hasta que pasé las recetas de hoy al otro blog. Ayer celebramos con una cena exquisita, mis hermanos chinos, una de mis hermanas chilenas, mis padres, mi sobrino y yo. Hoy mi sobrino de tres años se fue a Santiago por un tiempo a vivir con mi hermana. Me da un poco de pena esta situación porque sé que él va a estar feliz de ver a su mamá todos los días, pero nosotros no lo veremos en harto tiempo.
Vino hoy mi otra hermana con su familia a almorzar y tomar once, y comimos torta, kuchen, cositas ricas varias, y lo pasamos genial. Ayer a la hora de la cena me llamó M. para desearme una feliz navidad a mi y los míos. ¿Habrá querido congraciarse? hablamos después de las doce de nuevo, me contó de un disco que le habían enviado sus amigos de Miami. Lo extraño. Lo extraño montones. Y me dieron ganas de volar a verle, aunque sé que de verlo no lo vería ni siquiera mucho...
Hace tiempo que no veo a mis hermanas menores y a mi hermano. Igual podría hacer un viaje que empaquetara todo eso: mis hermanos, mi M., mi primito, mis sobrinos. Incluso podría sumarle algún pituto por ahí de extra televisivo, y porqué no... Si en una de esas sale.
Besos para todos, y los mejores deseos de prosperidad y amor en esta Navidad...
A.
Ánimo de anonimato Reflexiones acerca de lo que podría pasarle a cualquiera, aunque sucediera cerca mío. A veces, uno no quiere que algunos sepan lo que piensa. Nota editorial: la ausencia de firma no implica regalía de derechos de autor. Si quiere citar alguna de las entradas deje un comentario. Los nombres de los coprotagonistas de éstas historias han sido cambiados o reducidos por motivos de discresión.
domingo, 25 de diciembre de 2011
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1 comentario:
Los mejores deseos para ti también, Andre!
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