Se borró lo que había preparado de este post, pero que va, iba de algo así como que me gusta como me siento ahora, me siento divina, un poco pasada de kilos, pero bien. Qué Dios hizo eso por mi, no lo sé, pero le amo.
Me voy a vivir al Sur esta semana, y eso me agrada una infinidad. Concepción es una ciudad tranquila y hermosa, y tengo amigas allá, más de las que cuento acá. Tengo planes, y he vivido estas últimas semanas acá con los pies acá y la cabeza allá. En todo caso, sucede algo con lo del cambio, será que estos días de sol me han mal acostumbrado, y que me gustan tanto, porque invitan a recorrer, a pasear, a aprovechar el día fuera de casa. Ayer de hecho hice eso mismo, salir por las calles a recorrer, llegar a la Av Perú a mirar el mar. Ver parte del eclipse, y juntarme a tomar un café con A, en Starbucks. Toda una aventura plagada de percepciones placenteras.
La vida es tan dulce cuando queremos disfrutarla y podemos hacerlo :)
Cariños,
ABCD
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